La fascinación de la sala oscura y la pantalla gigante

viernes, 1 de junio de 2007

El Perfume

Esta película está basada en la novela del mismo nombre del escritor alemán Patrick Süskind, publicada en 1985. El productor Bernd Eichinger logró convencer a Süskind de que le vendiera los derechos para la realización del filme luego de varios años de insistencia (la larga negociación incluso fue satirizada en la película Rossini -1997- para la que el mismo Süskind escribió el guión). No es la primera vez que Eichinger enfrentaba el reto de adaptar una novela al cine, pues ya había producido, entre otras, las muy famosas "El nombre de la rosa" (1986) de Umberto Eco y "La casa de los espíritus" (1993) de Isabel Allende, así como la controversial "La caída" (2004), sobre los últimos días de Hitler.

Muchos directores habían mostrado interés en la realización de esta película: la lista incluye nombres como el de Ridley Scott, Tim Burton, Martin Scorsese, Milos Forman e incluso Stanley Kubrick, del que se sospecha que había logrado un acuerdo preliminar con Süskind, y que luego expresó que la novela era "imposible de filmar".

La historia nos lleva por la vida de Jean-Baptiste Grenouille, "uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales". Nacido con una total y perturbadora ausencia de olor, pero paradójicamente con un incomparable sentido del olfato, Grenouille se hace aprendiz de perfumador para perseguir su obsesivo sueño de crear un perfume perfecto. El espectador, así como el lector de la novela, es expuesto de manera tan cercana al personaje, a su pasión por los olores, y su necesidad de amor y reconocimiento, que es casi imposible no simpatizar con él, e incluso desear su éxito en el macabro camino al que su obsesión lo empuja.

Es impresionante el nivel de realismo mostrado en la producción de la película. Un detalle resalta a este respecto: el equipo de producción incluía un "Dirt Surface Crew" (Equipo de suciedad de superficies), encargado exclusivamente de cubrir con una capa de suciedad todas las paredes y otras superficies que aparecerían en cámara, y de limpiarlas cuidadosamente luego de la filmación, ya que algunas de los escenarios de filmación eran parte de ciudades reales, como Barcelona.

La música de la película fue compuesta por el mismo director, Tom Tykwer, mientras se escribía el guión, lo cual le permitía, según dice, "encontrar imágenes a través del proceso de composición". Al comenzar la filmación la mayoría de la música ya estaba compuesta, así que podían, en un hecho casi sin precedentes en la historia del cine, ponerla mientras se filmaban las escenas, y hacer que los actores reaccionaran ante ella.

Si no has leído la novela, sin duda disfrutarás de esta fascinante historia; y si ya leíste, esta magnífica adaptación seguro te complacerá.

Artículo publicado en Ajoporro el 25 de mayo del 2007



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